De niño Ondas en Colombia a Doctor en Francia
Fecha: 
27/02/2018 - 4:38pm
“La ciencia es la búsqueda imparable de conocimiento en cualquier campo, es hacer preguntas y tratar de buscar respuestas, es tener curiosidad y sobre todo siempre tener dudas”, así define la ciencia Álvaro Pérez, un joven oriundo de La Guajira, quien hoy a sus 29 añosde edad asegura que las dudas que despertaron los cangrejos en Riohacha y el poder entender por qué se estaban desplazando del río Ranchería lo llevaron a ser parte del programa Ondas en el año 2002.

Hoy, después de quince años, habla sobre otra cantidad de inquietudes que lo han llevado a encontrar respuestas sobre otros seres, sobre la misma ciencia, e incluso sobre él mismo en Colombia y en otros países.

Siendo niño Ondas descubrió que no quería ser Médico y decidió estudiar Biología en la Universidad Nacional de Colombia, allí en esa búsqueda de conocimiento sobre los seres vivos, entendió que la pasión que desarrolló en su niñez por indagar sobre la vida, debía avanzar a otro nivel; y se involucró como asistente de investigación en un proyecto apoyado por Colciencias, la Universidad Nacional y la Universidad de los Andes, un año después, en el 2011 fue beneficiario de Colciencias para realizar su primera pasantía en el proyecto ECOS-Nord, en Francia.

Con el apoyo de la Universidad Nacional realizó una maestría en Biología Genética en esta misma institución, y más adelante se convirtió en Doctor en Mecanismos de interacciones parasitarias, patógenas y simbióticas de la Université de Montpellier en Francia siendo becado por la Unión Europea; actualmente se encuentra ampliando sus conocimientos con un postdoctorado en la Ecole Normale Superieure de Paris, donde investiga el papel de microARN en interacciones entre bacterias y plantas.
 
Sin dejar de lado su preocupación por el presente y el futuro de su campo de estudio, y reconociendo los esfuerzos que se hacen al acercar los estudiantes a la ciencia través de diferentes programas, asegura que va a seguir trabajando en ciencia, sueña con empezar un grupo de investigación en bioinformática y evolución en alguna universidad, y poder formar estudiantes.
 
Desde el lugar en donde este, aportará todo el conocimiento que pueda, en especial para poder  entender como los organismos patógenos evolucionan e interactúan con el hospedero, y posiblemente utilizar ese conocimiento para evitar epidemias.
 
Hoy, Álvaro es un referente para que los padres y maestros guíen y apoyen a sus hijos cuando tengan curiosidad por entender un tema, pues en estas pequeñas dudas, puede haber un gran científico.